martes, 22 de noviembre de 2011

Como nada más que un amigo.



Me encantaba la forma como no siempre me dabas la razón, como te atrevías a contradecirme. Como no me dejabas ganar fácilmente solo porque era chica. Como sabias soportarme cuando ni yo me soportaba a mí misma. Como aguantas mis tontos momentos de tristeza y los volvías en luz. La manera en la que congeniabas tan perfectamente con mis amigos, incluso los que te caían mal. Como sabias reírte de ti mismo y de todas aquellas situaciones incomodas. La increíble creatividad que corre por tus venas y tu habilidad con la guitarra. Como intelectualmente conocías mucho más de lo que demostrabas. Tu inteligencia emocional me sorprendió, me sorprende y me sorprenderá. Como podías haber tenido el peor día de todos y seguías siendo TU. Los mejores consejos siempre salían de tu boca. Lo seguro pero no arrogante que eres. También me gustaba como me mirabas con ojitos de ternura. Como te tomabas el tiempo de apreciar lo que a mí me gustaba, aunque tú no pensaras lo mismo. Como te burlabas de mis chillidos de emoción absurda jajajajaja y remedabas estos, perfectamente.  La manera en la que te expresabas de mí ante tus amigos. Como me entendías sin yo haberte dicho nada y como nunca (a pesar de lo que yo haya hecho) hablaste mal de mí. ¿Me arrepiento? SI y mil veces. Porque he buscado, encontrado pero nadie se compara a ti. Las oportunidades llegan una sola vez en la vida y sé que ese chico tan perfectamente imperfecto, ya no está ni estará a mi lado. Como nada más que un amigo.  Espero que ella se esté dando cuenta de lo que tiene y no le pase lo mismo que a mí...

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